¿Sientes un vacío interior, un deseo espiritual, tienes sed?
A Dios le tienes dentro de tí. Acude a su Palabra, si tienes un Evangelio a mano, lee, nada más,lee despacio, lee con sed, y quedarás saciado. Nadie que acude a Jesucristo con sinceridad queda defraudado, ¡nadie!. La única condición es leer «con sed».Su palabra cautiva, penetra en el interior, te darás cuenta que es verdad.
«Buscad al Señor con sencillez de corazón, porque se manifiesta a los que no le exigen pruebas y se revela a los que no desconfían de él» Sb 1,1
